Atizar el fuego para guisar es una práctica rural desplazada de a poco por la incorporación de las cocinas Malena (Mejor Aprovechamiento de Lodo y Arena). Desde 2006 hasta marzo de 2012, estas unidades rústicas “mejoradas” llegaron a 55 mil hogares y 389 mil beneficiarios.
Alejada del concepto convencional que
se tiene de un electrodoméstico, esta cocina —cuya materia prima es el
barro— fue instalada en 51 mil hogares del área rural de ocho
departamentos, excepto Pando, explica la responsable de la iniciativa
Cocinas Mejoradas del Proyecto EnDev Bolivia-Acceso a Energía, Mariana
Butrón.
Cada unidad cumple a la vez con una función
de resguardo ecológico y de cuidado de la salud. En el primer caso, el
beneficio se cumple porque reduce hasta en 50% la cantidad de leña
requerida para cocinar con otras cocinillas, comenta Butrón.
En cuanto a la salud, gracias a su chimenea de metal, se disminuye la
acumulación de humo y hollín en el ambiente donde se preparan los
alimentos. “Hay una disminución del 85% de la materia particulada y del
monóxido de carbono”, precisa.
Hay dos tipos de
cocina Malena en uso. Una fue diseñada para ser instalada dentro de las
viviendas, la misma que consta de dos espacios para cocinar (para dos
ollas). La otra está destinada a escuelas o lugares donde se reúne gran
número de personas; tiene espacio para una olla, pero con una capacidad
que triplica el tamaño de las otras dos. La Razón constató la potencia
de ambos modelos, el fuego producido por la leña o bosta permite la
correcta cocción de agua y de alimentos secos como papa o yuca.
La iniciativa Cocinas Mejoradas fue implementada desde 2006 y siempre
estuvo enfocada en trabajar con el área rural e instituciones
sociales.
Adquisición. Obtener una de estas cocinas de estilo rústico demanda una serie de requisitos. Luego de que se establece un acuerdo entre el municipio o comunidad con el Proyecto EnDev, este último capacita a un poblador del lugar en la construcción del aparato —que se convierte en un promotor local— y concede a los interesados la rejilla y la chimenea de metal.
Adquisición. Obtener una de estas cocinas de estilo rústico demanda una serie de requisitos. Luego de que se establece un acuerdo entre el municipio o comunidad con el Proyecto EnDev, este último capacita a un poblador del lugar en la construcción del aparato —que se convierte en un promotor local— y concede a los interesados la rejilla y la chimenea de metal.
La familia
beneficiada de la comunidad se compromete a poner los insumos necesarios
para lograr el barro mejorado. La construcción de cada unidad requiere
de los siguientes materiales: paja suave picada, bosta de burro, tierra
arcillosa, arena y agua limpia. Todos estos elementos forman una masa
que, dependiendo el clima de la región, se debe dejar fermentar entre
siete a 14 días.
Con la preparación de barro lista,
el promotor va dando forma a la cocina y cuando le toca preparar los
agujeros, que fungen como hornallas, se presta las ollas más utilizadas
por la familia beneficiada y se toma el tamaño de éstas como molde.
Se espera que cada Malena funcione sin ninguna falla durante al menos
cinco años. Como su composición no incluye materiales industriales, los
problemas que puede enfrentar pasan por el deterioro del barro y por la
obstrucción de la chimenea con hollín.
En el primer
caso, el promotor local puede reconstruir la materia prima y arreglar la
cocina; en el segundo, se puede llevar la chimenea de metal a un
hojalatero, explica Butrón.
Sin embargo, Malena no es
la única opción para el área rural. Sus pares, que no tuvieron el mismo
impacto, son la Rocket Metálica, que requiere de mayor inversión
económica, y la cocina solar, que no utiliza ningún combustible, pero no
es muy eficiente dado que algunas familias preparan alimentos durante
la noche y la falta de luz impide su funcionamiento.
Según Butrón, del total de 55 mil cocinas mejoradas entregadas, cerca de
4.000 corresponden a los modelos Rocket Metálico o Solar.“Tenemos
comunidades, a través de municipios, haciendo la demanda, Mientras más
activo sea un municipio, más atención se les da”, concluye.
Producir una cuesta Bs 150.
Estructura. Una cocina Malena cuenta con hornallas, conducto de salida del humo, chimenea, trampa de ceniza y una rejilla.
Producir una cuesta Bs 150.
Estructura. Una cocina Malena cuenta con hornallas, conducto de salida del humo, chimenea, trampa de ceniza y una rejilla.
Nombre. Debido a su evolución funcional, la cocina dejó de llamarse
Lorena (Lodo y Arena) hace un par de años.
Costos. Aunque ninguna de las piezas está a la venta, se estima que una cocina Malena cuesta aproximadamente Bs 150, mientras que una Rocket,estaría en 110.
Las unidades pasaron pruebas a nivel técnico.
Para que no existan dudas sobre la calidad y el funcionamiento de las cocinas Malena, el Centro de Pruebas de Cocina (CPC) se encargó de asesorar la construcción de cada unidad.
Costos. Aunque ninguna de las piezas está a la venta, se estima que una cocina Malena cuesta aproximadamente Bs 150, mientras que una Rocket,estaría en 110.
Las unidades pasaron pruebas a nivel técnico.
Para que no existan dudas sobre la calidad y el funcionamiento de las cocinas Malena, el Centro de Pruebas de Cocina (CPC) se encargó de asesorar la construcción de cada unidad.
El CPC forma
parte del Proyecto EnDev Bolivia y al principio estaba ubicado en la
ciudad de Cochabamba, pero ahora la casa ecológica se trasladó a La Paz.
Algunos de los indicadores que permitieron la aprobación de la cocina
Malena fueron: eficiencia y uso de combustible, energía para completar
la prueba de hervido de agua, emisiones de monóxido de carbono y
seguridad.
Por tanto, “cada modificación a la cocina
es testeada y probada para ver si es más eficiente en cuanto al
material, dimensiones y diseño”, resalta la responsable de la iniciativa
Cocinas Mejoradas, Mariana Butrón.
Para su elaboración, se trabajó con normas internacionales y también con el Instituto Boliviano de Normalización y Calidad.
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